Ya tenía ganas de que fuese martes otra vez para traeros una nueva receta. Ah, ¡no!, que hoy es JUEVES.
Aunque este martes ya publiqué receta, hoy os traigo una receta extra celebrando la vuelta a la rutina, tan deseada por unos y tan odiada por otros. La receta de hoy fue anunciada por mi Instagram hace unos días y tuvo tanta acogida que no he querido esperar ni una semana para enseñárosla. Espero que os guste tanto como os gusto su foto en Instagram y que la compartáis en vuestras redes sociales para que más gente sepa como prepararla.
Cientos han sido las recetas de limonadas caseras que he visto a lo largo de estos últimos años. Desde limonadas tradicionales, limonadas rosas, de frutos rojos, de pomelo, de naranja hasta de flores como la lavanda. Tantas que he visto y ninguna que he probado. Esto no podía seguir así.
De estas veces que te levantas por la mañana e instintivamente tienes la necesidad de preparar algo para el blog. A mi me pasa día si, día también. Pero no siempre tengo los ingredientes para prepararlas.
Esta vez pensando en las limonadas me atreví a preparar mi propia limonada casera. Limonada de lima-limón (como los polos, que buenos están) al estilo americano.
Mientras preparaba los ingredientes me encontré con un pequeño problema: no tenía ni un limón en casa. Ya pensé en desmontar el decorado que había preparado y en preparar la receta otro día que lo planificase mejor.
Por suerte me acordé de que tenía una tarrina de zumo de limón de la marca Les Verges Boiron. Son de muy buena calidad y para estas emergencias van de lujo. Solo tuve que descongelar el peso necesario y añadírselo como si del zumo de limón natural recién exprimido se tratase.
Así que en verdad me salvó de un buen apuro. En cuanto se acabe me compraré otra para no quedarme sin. Tengo que deciros que esto no es una colaboración, es una recomendación por si os puede ser tan útil como me lo fue a mi.
La diferencia entre una limonada tradicional y una limonada "americana" es la forma en que se preparar sus ingredientes. Si alguna vez has preparado limonada casera y te ha pasado que al día siguiente se ha "cortado" o el azúcar se ha depositado en el fondo de la jarra, esta es tu receta.
Preparando un simple almíbar conseguirás unir todos los ingredientes aún pasando varios días desde su elaboración.
Esto será de gran ayuda para toda esa gente que odia morder el azúcar y notar su textura crujiente.
Dependiendo de tu gusto podrás hacerla más ácida, más dulce o, en definitiva, más a tu gusto, que es de lo que se trata al fin y al cabo. A mi me gusta un pelín ácida, pero sin que sepa a zumo limón puro. Por eso la cantidad de almíbar es la misma que la de los zumos de limón y lima. Y también por eso mezclo los limones con las limas, ya que tienen un ácido más dulce que el de los limones. Todo esto te quedará más claro cuando leas la elaboración.
Limonada lima-limón casera al estilo americano
Preparación: 10 minutos + 2 horas de refrigeración
Cocción: 5 minutos
Raciones: Una jarra grande
Ingredientes
600 ml de agua muy fría
150 ml de zumo de limón
100 ml de zumo de lima
250 ml de almíbar (150 gramos de azúcar blanco + 150 ml de agua)
1 lima cortada a rodajas
15 - 20 cubitos de hielo
Elaboración
Empezamos preparando el almíbar. En un cazo vertemos los 150 ml de agua junto con los 150 gramos de azúcar blanco. Lo ponemos a hervir a fuego fuerte y en cuanto haya hervido dos minutos lo retiramos del fuego. Vertemos el almíbar en un cuenco y dejamos que se enfría un mínimo de dos horas en la nevera.
Para preparar la limonada exprimimos los zumos de los limones y de las limas y lo vertemos en una jarra grande. Añadimos el agua muy fría, las rodajas de limas, el almíbar muy frío y por último los cubitos de hielo. Mezclamos bien y ya estará lista para servir.
Os recomiendo servirla super fría, es como se disfruta más.
Espero que os haya gustado esta receta extra de la semana, nos vemos el martes que viene, como siempre, a las 12:00h.
¡Un saludo!
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