De toda la vida mi madre ha preparado en casa "s'aguiat de pilotes". Sobretodo en verano, cuando es raro preparar platos contundentes y elaborados como es este guiso de albóndigas.
Pero es que está tan bueno, que me comería un platazo en verano, invierno y cuando fuese.
Mirando por internet vi que hay muchas versiones, cambian las verduras, las albóndigas en vez de ser caseras son compradas. Cosa que no quiere decir que sean malas, pero como siempre digo yo, tiene más mérito hacerlo tu mismo, y así, si sale super bueno, puedes lucirte más.
Mientras mi madre lo preparaba, y yo hacía de fotógrafo, me enseño dos trucos que no conocía y que yo os lo digo para que os salga tan bueno como a ella. El usar galleta picada para espesar la salsa. Siempre había oído el usar maicena o otro tipo de harinas, pero galleta picada nunca. El otro es echar un chorrito de leche casi al final de la receta. Mi madre no supo explicarme el porque se le echa, pero me contó que cuando aprendió a prepararlo viendo a su abuela hacerlo siempre se lo echaba. Bueno, por si acaso no dejemos de echárselo no sea cosa que despues no salga tan bueno.
Aguiat de pilotes (Guiso de albóndigas)
Preparación: 30 minutos
Cocción: 1 hora
Raciones: 6
Ingredientes
Para las albóndigas
600 gramos de carne picada, mezclada de ternera y cerdo
1 huevo
1 rebanada de pan moreno mojada en leche, si no tenéis usad pan blanco o pan de molde
Una cucharada de orégano fresco picado
Sal
Pimienta negra recién molida
Para el resto del guiso de albóndigas
6 huevos cocidos
12 patatas medianas, cortadas a dados grandes
300 gramos de zanahorias, cortadas a rodajas
2 cebollas pequeñas, cortadas en brunoise
3 hojas de laurel
1 cabeza de ajos
200 gramos de tomate triturado
3 cucharadas de galleta picada
Aceite de oliva
Sal
Pimienta negra recién molida
Agua
1 chorrito de leche
Elaboración
Empezamos preparando las albóndigas. En un bol grande añadimos todos los ingredientes de las albóndigas y mezclamos con la mano hasta que se integren bien los ingredientes. Damos forma a las albóndigas y las enharinamos. En una sartén grande con abundante aceite de oliva freímos las albóndigas en tandas a fuego medio. No lo hagáis a fuego fuerte porque la harina que se quede en el aceite se quemará y después no podremos reutilizar el aceite, que es lo que pretendemos. Una vez fritas las pasamos a una olla de barro y las reservamos.
En el mismo aceite donde las hemos frito, añadimos a fuego fuerte la cebolla con las hojas de laurel y la cabeza de ajos entera. Cocemos unos minutos y añadimos las zanahorias. Después de cocinarla unos 5 minutos añadimos el tomate y la galleta picada, que servirá para espesar la salsa.
Añadimos agua en la sartén hasta que cubra las verduras.
Cuando empiece a hervir vertemos las verduras y el agua en la olla de barro donde están las albóndigas. Volvemos a esperar que empiece a hervir y añadimos las patatas. Ahora viene el truco de la receta, añadimos un chorrito de leche y tapamos para que se cuezan las patatas.
Una vez estén cocidas apagamos el fuego y añadimos los huevos hervidos que previamente habremos pelado y cortado a la mitad. Los colocamos encima del todo y tapamos. Dejamos reposar 20-30 minutos y listo para servir.
Nosotros en casa a la hora de comer tenemos la costumbre de chafar todos los ingredientes y comerlo acompañado de pan moreno.
¡Un saludo!
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Gracias, es una receta muy rica.
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