Ya empiezan a predominar los días soleados sobre los nublados y lluviosos. Esto significa que el verano esta cerca. Con ello no quiere decir que no podamos disfrutar de comidas consistentes y caseras como un buen plato de arroz caldoso de pescado y marisco o un plato de goulash de ternera o de todos aquellos platos que después de dos cucharadas te despiertan un calor interno, que sumado con el calor del verano hacen que empieces a sudar, pero sin poder dejar de comer de lo buena que está la comida.
Todos los veranos hay un postre que es indispensable y que nunca falta en el congelador de cualquier casa. Obviamente estoy hablando del helado, tan querido por muchos y tan odiado por otros por las calorías que conlleva.
Hoy os traigo una receta que de casera tiene mucho y de sabrosa otro tanto. Un helado de menta super refrescante y ligerito de los que una sola bola de helado nunca es suficiente, siempre se quiere una más.
Una base de crema inglesa saborizada con un buen puñado de menta fresca harán de tus comidas todo un placer el poder tomar el postre durante una buena sobremesa.
En casa solemos tomarlo mirando la televisión, tumbados en el sofá y descansando despues de un día duro de trabajo. Así si que sienta bien tomarse un heladito. Como todos conocéis, al helado de menta le suelen añadir pepitas de chocolate negro, pero yo no tenía. Si queréis cuando lo preparéis vosotros en casa les podéis añadir un puñado a vuestro gusto.
Así que manos a la obra a preparar toneladas de helado de menta casero.
Por cierto, se me olvidaba deciros que para hacer este helado yo usé heladera, es super cómodo porque mientras se prepara el helado podemos acabar de recoger la cocina.
Helado de menta con heladera
Preparación: 20 minutos
Cocción: 10 minutos
Congelación: 30 minutos
Raciones: 1 litro de helado aprox.
Ingredientes
125 ml de nata para montar
275 ml de leche entera
6 huevos L
175 gramos de azúcar
Un buen puñado de hojas de menta fresca o unas gotas de extracto de menta
100 gramos de chips de chocolate, opcional
Elaboración
Para hacer la crema inglesa de menta lo primero es poner la leche junto con la nata y las hojas de menta a hervir en un cazo. cuando rompa a hervir retiramos del fuego y tapamos el cazo con un plato para dejar infusionar la leche y la nata.
Pasados unos 10 minutos lo colamos para quitar las hojas de menta.En un bol aparte batimos los 6 huevos con el azúcar, sin montar, solamente mezclar.
Vertemos la leche y la nata infusionadas a la mezcla y removemos bien. vertemos toda esta mezcla de nuevo en el cazo y a fuego medio y sin dejar de remover esperamos a que hierva. Cocinamos durante unos minutos a fuego mínimo. Retiramos del fuego y probamos de sabor. Si creéis que le falta sabor a menta podéis añadir unas gotas de extracto de menta a la crema inglesa. Si no queréis usar menta fresca, podéis ahorraros el primer paso de infusionar la leche junto a la nata y añadir directamente las gotas de extracto de menta mientras cocinamos la crema inglesa.
Una vez hayamos hecho la crema inglesa la dejamos enfriar por completo en la nevera un mínimo de dos horas. Lo que falta hacer es lo más fácil. Vertemos la crema en la heladera y dejamos congelar siguiendo las instrucciones de uso de la heladera.
Si queréis añadirle los chips de chocolate podéis hacerlo casi al final de la congelación del helado. Pero eso será a vuestro gusto.
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