Red Velvet Cake

martes, 27 de septiembre de 2016


Con esta nueva receta suman ya 196 publicaciones, así que en nada conseguiremos llegar a 200 publicaciones en el blog, de las cuales la inmensa mayoría son recetas de cocina.
Y es que de eso trata este blog, de crear un gran archivo de recetas donde encontrar la inspiración necesaria para interesarse en la cocina. Y si la inspiración ya la llevas puesta de casa aquí encontrarás nuevas recetas que tal vez te apetezcan probar en casa para alguna ocasión especial.


Creo, mentira, sé que esta receta de Red Velvet es sin duda la que más me ha gustado hasta la fecha.
No solo por su sabor tan característico, sino por su color y esponjosidad tan aterciopelada, que de eso trata la receta.
El Red Velvet se caracteriza por ser una tarta de un color rojo intenso con un agradable bizcocho recubierto de una suave crema de queso. Eso sí, para mi una buena Red Velvet debe combinarse con una crema de mascarpone, pienso que le da ese toque único y que está tan bueno.
La tarta la preparé para una gran cena con amigos, y es lo bueno de este tipo de recetas, que cuando las haces siempre tienes una excusa para reunir a la familia o a los amigos y disfrutarla en compañía.



Ya son varias recetas que tengo en el blog en referencia al Red Velvet, pero ninguna se elabora como esta. Y os explicaré porqué. Cuando fui a Madrid el año pasado me compré un bote de preparado de Red Velvet para elaboraciones dulces. Esta mezcla ya incorpora el colorante rojo y la mezcla de vinagre y bicarbonato (tres ingredientes que lleva esta receta). Así que solo tenías que preparar una receta de bizcocho normal, añadirle unas cucharadas de esta mezcla y ya tenías tu Red Velvet lo que sea (cupcakes, cake, pancakes...).
Pero esta vez he buscado una receta completamente distinta, una que fuese casera al cien por cien. Y en verdad, me arrepiento de no haberlo hecho antes. El preparado Red Velvet es muy práctico para salvarte de una emergencia, pero si quieres hacerlo realmente bueno, esta es tu receta.

Mi madre se sorprendió bastante al entrar en la cocina, ver en el horno dos bizcochos rojizos y que la cocina oliese a vinagre. Casi parecía que estaba preparando una ensalada antes que un bizcocho.
Para hacer esta tarta usé dos moldes desmoldables de 20 cm, para hacer un estilo Layer Cake. Si solo uso un molde y lo lleno bastante me da miedo de que por mucho que se cocine el bizcocho no me acabe de quedar bien cocido por el centro. Es por eso que lo preparo en dos moldes iguales para que una vez estén fríos los bizcochos, solo sea montar la tarta uniendo ambos bizcochos.
Así te ahorras el tener que cortar el bizcocho a la mitad para llenarlo de crema de mascarpone y ensuciar de migas la encimera de la cocina. Si es que al final todo es bueno en esta receta.



Red Velvet Cake

Preparación: 20 minutos
Cocción; 35 - 40 minutos
Raciones: 10 - 12 porciones

Ingredientes
Para el bizcocho:
250 ml de leche entera
El zumo de 1 limón
120 ml de aceite de girasol
350 gramos de azúcar blanco
2 huevos L
2 cucharadas rasas de cacao puro en polvo
1 cucharada de colorante rojo en pasta
2 cucharadas de extracto de vainilla
300 gramos de harina de trigo
1 cucharada de bicarbonato sódico
2 cucharada de vinagre de vino blanco

Para la crema de mascarpone:
250 gramos de mantequilla pomada
600 gramos de azúcar glas
250 gramos de queso mascarpone



Elaboración
Empezamos realizando la buttermilk, que se trata de cortar la leche con zumo de limón. Para ello vertemos la eche entera en un vaso, añadimos el zumo de un limón y removemos. Dejamos ese vaso a un lado y seguimos con la receta. Veréis que se forman unos grumos un poco raros en la leche, eso significa que vamos bien con la receta.
Precalentamos el horno a 180ºC en modo ventilador con calor arriba/abajo. En un bol grande mezclamos el aceite con el azúcar, añadimos los dos huevos y mezclamos. Tamizamos las dos cucharadas de cacao dentro del bol y volvemos a mezclar.
Añadimos 1/3 de la buttermilk y removemos. Tamizamos 1/3 de la harina en el bol y mezclamos. Repite este proceso hasta incorporar por completo la harina así como la buttermilk. Así conseguiremos dejar la masa sin ningún grumo y con todos los ingredientes bien mezclados entre sí.
En un vaso aparte añadimos el bicarbonato sódico. Vertemos el vinagre dentro del vaso y se creará una reacción creando una especie de espuma (como la de la cerveza), cuando esto ocurra vertemos el contenido del vaso dentro del bol donde tenemos la mezcla y mezclamos. Esto es lo que le dará a nuestro pastel este toque distinto. Añadimos el colorante rojo y mezclamos.

Engrasamos con aceite de girasol dos moldes desmoldables de 20 cm y cubrimos su base con papel de horno. Dividimos la masa de nuestra tarta en ambos moldes con el fin de que cada molde contenta el mismo peso de masa. Parece una tontería pero así nos aseguramos de que si los cocemos ambos a la vez con un tiempo determinado, ambos estarán igual de cocidos en su interior.

Horneamos de 35 a 40 minutos a 180ºC. Comprobamos que estén bien cocidos pinchándolos con un palillo, si sale limpio significará que están listos.
Dejamos enfriar unos 10 minutos dentro del molde sobre una rejilla y despues los desmoldamos para dejar que se enfríen por completo, también sobre una rejilla.

Mientras el bizcocho se enfría podemos preparar la crema de mascarpone.
En un bol grande añadimos la mantequilla pomada junto con el azúcar glas y el mascarpone. Batimos con unas varillas eléctricas a máxima potencia hasta conseguir una textura densa y consistente. Con batirlo unos dos minutos será suficiente.

Para montar la tarta alisamos los bizcochos cortando su superficie para dejarlos los más planos posibles. Llenamos una manga pastelera con una boquilla de estrella con la crema de mascarpone. Colocamos uno de los bizcochos sobre el plato y llenamos toda su superficie con crema de mascarpone. Colocamos el otro bizcocho encima y volvemos a llenar su superficie con la crema de marcarpone. Con una espátula de pastelería (mejor si es de codo) cubrimos los laterales de la tarta con la crema de mascarpone hasta dejarla lo más lisa posible. Por último decorados la capa de arriba con "estrellas" con ayuda de nuestra boquilla pastelera.
Con los restos que hemos cortado de la tarta podemos rallarlos y espolvorearlos por encima y por los laterales de la tarta a modo de decoración.
Y ya tendremos lista nuestra magnifica Red Velvet Cake.


¡Un saludo! 

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