Polos fáciles de chocolate

No me caracterizo por ser una persona con mucha memoria, así que no soy capaz de acordarme de muchas de las cosas que me pasaron en mi infancia.

Pero de algo si que me acuerdo, sobretodo mis intentos nulos por hacer helados caseros. El helado es algo que siempre he comido porque me gusta mucho y el hecho de creer que yo mismo podía hacerlos, era lo mejor. Eso si, mi concepto de helado casero se basaba en pinchar una cuchara pequeña en un "Petit Suisse" o hacer un colacao bien chocolateado y congelarlo en vasos con una cuchara clavada.

No hay punto de comparación con los helados que preparo hoy en día.

La receta de hoy me recuerda mucho a esos momentos de patetismo culinario.

No es la receta original de mi infancia (Leche + Colacao = Congelador), pero menos mal, porque esta es mucho mejor.

Si que lleva la esencia de la otra receta, el Colacao. Pero la elaboración es algo más compleja aunque no complicada.

Son varios ingredientes mezclados en un solo recipiente, así que además de ser fáciles de preparar, son limpios. Que eso se agradece mucho si no tenemos ganas de estar recogiendo la cocina a cada paso de damos en una receta.

A los niños seguro que les encanta esta receta, así que estoy seguro que estarán encantados de ayudaros a elaborarla.

Polos fáciles de chocolate

Preparación: 10 minutos

Congelación: mínimo 5 horas / máximo una semana de conservación en el congelador

Raciones: 10 polos

Ingredientes

360 ml de leche entera

320 ml de nata para cocinar

2 cucharadas de harina de maíz

60 gramos de Colacao

100 gramos de azúcar blanco

Una pizca de sal

2 cucharadas de esencia de vainilla

Elaboración

En un cazo mezclamos la harina de maíz con 100 ml de leche entera hasta que la harina de maíz se disuelva por completo. Añadimos el resto de la leche, la nata, el Colacao, el azúcar y la sal. Mezclamos y calentamos a fuego medio hasta que rompa a hervir. Mientras se calienta debemos remover para que la mezcla no se pegue al cazo. Una vez rompa a hervir, retiramos del fuego y añadimos la vainilla.

Dejamos enfriar por completo la mezcla y rellenamos los moldes de polos que vayamos a usar, clavamos nuestros palos de madera para polos, o en su defecto unas cucharitas de café, y congelamos un mínimo de 5 horas.

Solo tendremos que tener paciencia y seguro que a la hora del postre estaremos encantados de haber esperado esas interminables horas.

Espero que os haya gustado y nos vemos la semana que viene.

¡Un saludo!

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