Panades. Paso a paso.

domingo, 13 de abril de 2014


Más vale tarde que nunca. Ya pasado el Domingo Santo, y haciendo una vista atrás, me doy cuenta que en estos días no he parado de comer. El jueves preparando robiols, el viernes un cumpleaños familiar de los que duran varias horas de sobremesa, el sábado comida en Estellencs con los amigos y el domingo, como no, comida familiar.
La base de las recetas de Pascua es el cordero. Tanto el frito de Pascua como las "panades" es típico hacerlo de cordero, y que buenas están.


Hay que tener cuidado con no comer mucho si no estas acostumbrado o si no conoces bien tu estomago. Las pastas de Pascua son bastante pesadas. Teniendo en cuenta que se hacen con manteca de cerdo no son consideradas de dieta. Hay recetas de "panades" que se preparan con margarina, pero no son fiestas para cuidar la linea. Son fiestas para disfrutarlas en familia, entre comida y risas. Ya seguiremos con la operación bikini el lunes, o el martes.
A todos aquellos estudiantes que me estén leyendo ahora, animo en los estudios y suerte en los exámenes. Y a los que el martes ya empezamos a trabajar, animo a todos.


Panades

Preparación: 2 horas aproximadamente
Cocción: 40-45 minutos, depende del tamaño de la empanada
Raciones: 20

Ingredientes
Para la masa:
1 kilo de harina
400 gramos de manteca
4 yemas de huevo
1 vaso de leche

Para el relleno de carne:

1 pierna de cordero cortada en dados pequeños, salpimentada
Un trozo sobrasada de unos 50 gramos, si os gusta mucho podéis ponerle más
2 lonchas de tocino salado


Para el relleno de carne y guisantes:
Media pierna cordero cortada en dados pequeños, salpimentada

1 lata de guisantes
2 lonchas de tocino salado, cortado en dados pequeños
2 butifarrones, cortado en dados pequeños
2 sofritos, cortado en juliana

Nota
En un bol mezclamos los guisantes, el sofrito y los butifarrones. Lo salpimentamos al gusto. Debemos preparar la mezcla antes de elaborar la masa de las empanadas.

Elaboración:

Mezclamos en un  bol grande los huevos, la leche y la manteca. Al igual que con los crespells y los robiols, toca ensuciarse las manos amasando. Añadimos un poco de harina y vamos amasamos. Añadimos poco a poco toda la harina y amasamos hasta obtener una masa uniforme.



Dividimos la masa en bolas de 150 gramosNo olvides guardar un poco de masa para hacer las tapas de las empanadas. Si quieres unas empanadas mas pequeñas, pesa las bolas de 100-110 gramos.

Ponemos la bola encima de un cuadrado de papel de horno, que nos ayudara a dar forma a la empanadas. Introducimos el dedo en el centro de la bola y con las dos manos le vamos dando forma. Poco a poco y con paciencia le damos forma a las paredes. De cada vez las hacemos las finas, pero cuidado que no se rompan. Con dos dedos vamos aplanando y estirando la base de la empanada. ¡Cuidado no se deformen las paredes!

Nos tiene que quedar una forma como la ultima foto. Es cuestión de práctica, así que relax y manos a la masa.


Rellenamos las empanadas con el relleno que teníamos preparado previamente.

Yo las de carne y guisantes la he rellenado por capas: Primero la mezcla de los guisantes con el sofrito y el butifarrón. Después unos trozos de tocino salado. Una capa de carne y otra de guisantes, sofrito y butifarrón. Por último, un poco más de carne, unos trozos de sobrasada y listo.


Separamos una bola de la masa que hemos guardado para las tapas de las empanadas y la estiramos con la ayuda de un rodillo. Con un corta pastas del tamaño de la base de la empanada, cotamos un círculo que sera la tapa de nuestra empanada.


Colocamos la tapa y la unimos con la base juntando los bordes de ambas. "Pellizcamos" los bordes para asegurar que no se abran en el horno y ademas nos facilitará distinguir de que están rellenas. Con un tenedor pinchamos la tapa de la empanada.

También se pueden formar puntas pellizcando la masa pero en vez de hacia el centro hacia fuera.


Una vez hechas todas las empanadas las ponemos en una bandeja de horno y las horneamos a 200ºC. unos 45 - 50 minutos. El tiempo dependerá del tamaño de las empanadas.

Consejo
Deben quedar bien doradas, así nos aseguramos que la carne quede bien hecha.

Es costumbre colocar un guisante encima de cada empanada rellena de carne y guisantes para distinguirla a primera vista, además de que con el pliegue.


Si haces las empanadas de masa dulce te aconsejo poner una tira de papel de horno, grapando los extremos de la tira, alrededor de la empanada. Esto nos asegurará que no se nos deformará cuando la horneemos. Después de hornearlas las dejamos enfriar y estarán listas para comer.


¡Un saludo! Y feliz Semana Santa 2014.

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Raviolis de gambas, calabacín y avellanas #pastafresca

sábado, 12 de abril de 2014


Me considero FAN de la pasta fresca, no tiene punto de comparación con la pasta seca que solemos comprar, yo incluido, en los supermercados. Pero de sabor, textura, y, sobretodo, orgullo de decir que lo has hecho tu, no tiene precio.
La pasta es uno de mis platos favoritos, en todos sus aspectos y formas, pero sobretodo los espaguetis y la pasta rellena (raviolis, tortelonis, tortelinis, etc.).

Esta vez he querido dar un paso hacia delante haciendo raviolis un poco más sofisticados, de gambas, calabacín y avellanas. Era la segunda vez que preparaba pasta fresca en casa. La primera fueron unos tagliatelle con salsa de tomate. Estuvieron buenos, pero la forma no fue perfecta. Me lo guardo como reto pendiente para superar en un futuro próximo.



¿Y porque elegí este relleno de gambas, calabacín y avellanas? En el bufet de Europa del Sur que preparamos en la EHIB, mi compañero Víctor (mi tocayo) los preparó y me encantaron. La cremosidad del calabacín, el sabor de las gambas y el crujiente de las avellanas combinaban a la perfección. Y añadiendo que era pasta fresca, que más se puede pedir.


Así que manos a la masa (nunca mejor dicho) y a preparar pasta fresca en casa.



Raviolis de gambas, calabacín y avellanas
Preparación: 20 minutos + 1 hora de reposo de la pasta fresca
Cocción: Relleno 10 minutos + Pasta fresca 2-3 minutos
Raciones 4-5
Ingredientes
Para la pasta fresca:
200 gramos de harina
2 huevos L
6 gramos de agua tibia
6 gramos de aceite de oliva
1 cucharadita de sal

Para el relleno:
2 calabacines
100 gramos de gambas
50 gramos de avellanas

Para la salsa (opcional):
400 gramos de nata líquida para cocinar
Especies: nuez moscada, sal, pimienta blanca, orégano... (al gusto del comensal)

Elaboración
Empezamos preparando la pasta fresca. En un bol mezclamos todos los ingredientes líquidos (los huevos, el aceite y el agua). Añadimos la sal y vamos incorporando la harina removiendo con un tenedor.
Cuando la mezcla empiece a compactarse será hora de meterle mano a la masa. Incorporamos toda la harina y amasamos con la mano hasta formar una mas lisa y uniforme.
La dejamos tapada con un paño de cocina limpio y seco en el mismo bol durante 1 hora mínimo. Esto se hace para que pierda elasticidad y sea más fácil de trabajar.



Mientras esperamos, preparamos el relleno. Lavamos y cortamos el calabacín a dados pequeños. Pelamos las gambas si son frescas o las descongelamos si no lo son. Trituramos las avellanas con un robot de cocina o dentro de una bolsa y con ayuda del rodillo.
En una sartén con un poco de aceite caliente pochamos el calabacín a fuego medio. Añadimos las gambas y las avellanas y cocinamos hasta que veamos que el calabacín esta flojito y las gambas ya cocidas. Reservamos y dejamos enfriar.

Una vez ha reposado la masa de la pasta fresca la dividimos en porciones que nos sean fáciles trabajar, que no sean muy grandes. Cogemos una y el resto las tapamos con film para que no se resequen.



Para estirar la pasta necesitaremos una maquina especial para esto. Se puede hacer manualmente con el rodillo, pero no conseguiremos el mismo grosor en toda la masa, y además es un esfuerzo físico que con una maquina de estirar pasta nos lo podemos ahorrar.
Espolvoreamos la masa con abundante harina y la pasamos por el nº 0. La doblamos por la mitad como si de un libro se tratase y la volvemos a pasar bien espolvoreada con harina. Esto le dará consistencia a la masa en caso de habernos quedado muy floja. Y nos facilitará a la hora de formar los raviolis.
Después de doblar la masa unas 5 veces como mínimo vamos pasándola por más números, de menos a más para conseguir un grosor óptimo y que no se nos rompa la masa. Cada vez que aumentemos de número espolvoreamos la masa con harina para que no se nos pegue a la máquina. Así hasta llegar al número 8, no es necesario aplanarla hasta el 9, con el 8 ya tiene un grosor que nos irá bien para formar los raviolis.



Con la pasta estirada por en nº 8 y con el relleno ya frío empezamos a hacer los raviolis. Necesitamos que el ancho de la lámina de pasta fresca sea el de la máquina para asi formar los raviolis con una sola lámina de pasta fresca. Enharinamos la mesa donde extenderemos la lámina de pata fresca antes de formar los raviolis, así no se nos pegarán a la mesa al "sellarlos".
Disponemos una cucharadita del relleno encima de la pasta y pintamos de huevo o de agua alrededor de este. Doblamos a la mitad cubriendo el relleno (como se muestra en la tercera foto). Aplanamos para que salga todo el aire del interior del ravioli antes de que este quede sellado del todo. Cortamos con un cortapastas ondulado y reservamos en una bandeja con una pizca de harina o con papel sulfurizado (papel de horno).



No debemos tardar mucho en hacer los raviolis ya que la pasta fresca si esta al aire se va secando. Por ello conviene hacer una porción del total de la pasta fresca que anteriormente hemos porcionado. Congelar en la misma bandeja los raviolis mientras seguimos haciendo más con las diferentes porciones de pasta fresca.
Una vez congelados por completo se pueden guardar juntos en un recipiente hermético hasta una semana después. Si no están del todo congelados puede que se peguen entre ellos, por eso conviene esperar un poco más a que se congelen bien.

Para la cocción calentamos abundante agua con sal. Cuando hierva añadimos los raviolis que nos comeremos en ese momento, el resto se puede guardar congelado para otro día. Hervimos 2-3 minutos y colamos. Si nos los vamos a comer justo despues de hervirlos no hace falta refrescarlos. Si estarán un tiempo en el colador hasta la hora de comer, entonces si que es necesario refrescarlos pasándolos por agua fría para que no se peguen.

Para la salsa, hervimos la nata unos minutos en una cacerola a fuego medio hasta que reduzca y espese un poco, sazonamos y la servimos bien caliente con los raviolis. Acompañamos de orégano y queso rallado al gusto.



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Bloddy Mary con brocheta de mozzarella y tomates cherry

lunes, 7 de abril de 2014


Ahora que llega el veranito, que aunque aun quedan unos meses, ya empiezan esos días de sol. Y con el cambio de hora hemos ganado una hora de luz que se agradece mucho, la verdad. Ir a pasear por Palma y que a las ocho y media aún haya luz se nota con la gente que hay por la calle.
Con esto de ir al gimnasio me estoy aplicando a compartir con vosotros recetas un poco más saludables. Menos frituras y mas plancha. Esta receta no es "light" 100% por el alcohol, pero se puede preparar igualmente sin el vodka.



La creencia mítica del Bloody Mary era que era una bebida buena para la resaca después de una fiesta. No se si será verdad, pero estar de resaca y tomarte una copa de vodka con zumo de tomate, todo bien sazonado, eso sí, no me creo que te quite la resaca.

Nunca lo había probado hasta que lo vi en el blog de La Cucharina Mágica y decidí probarlo en casa. De aspecto tiene muy buena pinta, sobretodo la brocheta de mozzarella y tomates cherry con albahaca, pero lo que es el Bloody Mary en si, no me convenció mucho.


Bloddy Mary
Preparación: 10 minutos
Raciones: 2
Ingredientes
Para el cóctel
100 ml de vodka
300 ml de zumo de tomate
4 hielos
4 gotas de tabasco
4 gotas de salsa Perrins
Un chorrito de zumo de limón
Sal y pimienta negra al gusto
Albahaca fresca para decorar

Para las brochetas
2 brochetas de madera medianas
4 perlas de mozzarella
4 tomates cherry de rama

Elaboración
Pinchamos alternando el tomate cherry de rama y la perla de mozzarella en la brocheta de madera. Reservamos en la nevera.

Ponemos dos cubitos en cada vaso para enfriarlo. En un vaso mezclador o en una coctelera mezclamos el vodka, el zumo de tomate, el tabasco, el zumo de limón, la sal y la pimienta negra.
Agitamos, o removemos si es con el vaso mezclador, hasta que se integren los componentes. Servimos en los vasos con el hielo y colocamos las brochetas. Decoramos con la albahaca fresca y listo para tomar.

Nota
Este mismo cóctel se puede preparar sin alcohol para servir como aperitivo o como bebida refrescante en verano, que muy pronto llega.


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