Cocer y cortar, todo es empezar: Bizcocho de yogur #lacocinadevíctorferrer

Un clásico entre los más clásicos: el bizcocho de yogur. Es una de las recetas más publicadas en los blogs de cocina, y al igual que todas las recetas famosas tiene muchas versiones. Pero la receta principal utiliza el recipiente del yogur como medida de los ingredientes.

El resultado es espectacular, un bizcocho esponjoso y con un sabor suave delicioso. Perfecto para una merienda para los niños y para los que ya no son niños.

Como cocinero que soy, me encanta llevarme las recetas a mi terreno y cambiar cosas. A veces salen regular y otras salen espectacular, como en este caso con el bizcocho de yogur.
Esas veces que te entra la gula y dices: ahora comería algo dulce; y vas a buscar a la nevera a ver si tienes los ingredientes. A mi me pasó, y me faltaba azúcar. Pero encontré un bote de azúcar moreno que ni me acordaba que lo tenía y pensé, ¿porque no?.

Como dice Alma Obregón: "Le da un sabor acaramelado". Y tiene toda la razón. Me gustó tanto que creo que la próxima vez solo pondré azúcar moreno. Bueno, menos hablar y más cocinar.

Bizcocho de yogur

Preparación: 10 minutos
Cocción: 35-40 minutos
Raciones: 8-10

Ingredientes

1 yogur natural o de limón
1 medida del yogur de aceite de girasol
1 medida de azúcar blanco
1 medida de azúcar moreno
3 medidas de harina tamizada
1 sobre de levadura en polvo (16 gramos)
3 huevos

Elaboración

Precalentamos el horno a 180º C. Untamos el molde de mantequilla y lo espolvoreamos con harina.
Cascamos los huevos en un bol y añadimos el yogur. Añadimos una medida de aceite de girasol y dos de azúcar, mezclamos bien con las varillas.

Nota: A mi me faltó azúcar blanco, así que añadí una medida de azúcar blanco y la otra de azúcar moreno. Consiguiendo así un sabor acaramelado y ese color más moreno del bizcocho.

Tamizamos las tres medidas de harina junto con el sobre de levadura en polvo (16 gramos) y lo añadimos a la mezcla hasta obtener una mezcla uniforme.
Rellenamos el molde y lo horneamos 35-40 minutos o hasta que al pincharlo la brocheta salga limpia.
Una vez horneado lo dejamos enfriar y desmoldamos.

Lo servimos espolvoreado con azúcar glas o con sirope de chocolate, para los más golosos.