Y es que después de tres días intensivos de comidas y cenas familiares más mucha fiesta, ahora vienen un par de días de "relax" para recuperarse y darlo todo de nuevo en año nuevo.
Pero las navidades están para disfrutarlas y saltarse las dietas. Ya en enero, como todo hijo de buen vecino, nos iremos apuntando uno a uno al gimnasio para la famosa operación bikini.