Ni yo mismo me lo puedo creer. Ya os anuncié que algo fuera de lo común estaba pasando en mi vida. Y es que el pasado lunes día 6 de octubre empecé unas practicas de cocina en el nuevo restaurante Aromata de Andreu Genestra. Las practicas duran tres meses y además de aprender un montón de cosas en la cocina del restaurante, esto me permitirá seguir con mi sueño de ser un gran cocinero.
¿Y que tiene que ver todo esto con el blog? Pues la mala noticia es que esto me roba mucho tiempo en la edición del blog. Me voy pronto de casa y vuelvo a las tantas de la noche. Son muchas horas y es mucho trabajo pero la recompensa merece todo el esfuerzo. Pero la parte buena es todo el conocimiento que voy a aprender y es una experiencia impresionante.
Ya sabéis, si queréis comer bien y queréis verme no dudéis en pasaros por la calle Concepció nº12, en pleno centro de Palma.
En cuanto a la receta, es una receta inspirada en otra receta, pero a mi manera. Hacia tiempo que quería cocinar algo con calabaza. El otro día en el pueblo fui a ver que verduras tenia "sa madona". Es una mujer con una posesión llena de naranjos que vende huevos camperos de sus propias gallinas además de verduras del huerto. Las calabazas tenían una pinta estupenda, como para llevárselas todas de golpe. Pero con una grande fue más que suficiente. Me fui al supermercado y empecé a imaginarme con que especie podría combinar bien la calabaza. Los elegidos fueron el comino, el clavo y el jengibre. La verdad que quedo muy buena, no quedó nada.
Crema especiada de calabaza y zanahoria
Preparación: 15 minutos
Cocción: 30 minutos aprox.
Raciones: 6 -8
Ingredientes
1 kilo de calabaza pelada y troceada
500 gramos de zanahoria pelada y troceada
1 cucharada sopera rasa de comino en polvo
6 unidades de clavo entero
1 cucharada sopera rasa de jengibre molido
1 puerro troceado
Sal
Pimienta blanca
Agua
Aceite de oliva
Elaboración
En una olla grande calentamos 2 cucharadas de aceite de oliva. Troceamos las verduras en dados. Añadimos el puerro, la calabaza y las zanahorias en la olla y rehogamos hasta que se doren ligeramente. Luego cubrimos de agua y añadimos las especies, un chorrito de aceite, la sal y la pimienta blanca. Cuidado con no especiarlo demasiado que el comino y el jengibre son especies muy aromáticas. Y eso nos puede estropear una receta.
Hervimos hasta que las verduras estén bien cocidas. Con una espumadera colamos las verduras y las vertemos en un vaso mezclador y vamos añadiendo caldo a medida que trituramos hasta conseguir la textura deseada. Acordaros de quitar los clavos antes de triturarlo todo.
Colamos la crema y servimos. Podemos comerla calentita recién hecha o fresquita como entrante de un excelente menú.
Al igual que con la crema de calabacín light, podemos guardarla en la nevera y así tener para cenar o comer otros días.
¡Un saludo!
Como dije no hace mucho darse un capricho, siempre con moderación. Y es que durante la dieta siempre nos viene la mar de bien para animarnos la semana. No es necesario que ese capricho sea un cubo de helado con sirope y nata, tampoco no hay que pasarse. Pero tomarse un batido como este que os traigo hoy es una muy buena opción. Calorías no le faltan, pero sabor tampoco. La gracia de los batidos es, al igual que con las ensaladas, la mezcla de sabores. Muchos batidos en base a helado utilizan helado de vainilla con alguna fruta fresca, pero podemos usar nuestro helado favorito, el mio es el de avellana.
Ya sabéis que yo soy muy goloso y que me chiflan los dulces. Aprovechando que habíamos comprado plátanos y que quedaba un poco de helado de avellana pensé en preparar un señor batido. La esencia de una buena receta es combinar bien los productos que lo elaboran, ya sea una receta muy compleja o un simple batido. Pero ya que pecamos, pecamos algo bien hecho. Por eso le añadí unas cucharadas de sirope de chocolate para endulzar aun más el batido. Aunque también podéis usar cacao en polvo que no le aportará tanto dulzor.
Me ahorré coronar el batido con nata montada, básicamente porque no tenía. Y así es más ligero el batido.
Otra receta buenísima de batidos es el batido de melocotón y vainilla con una teja de m&m's.
Batido de plátano, avellana y chocolate
Preparación: 10 minutos
Raciones: 2
Ingredientes
4 bolas de helado de avellana
1 plátano maduro
4 cucharadas de sirope de chocolate
1 vaso de leche fría, unos 250 ml
Nata montada para decorar, opcional
Elaboración
Pelamos y troceamos el plátano. Vertemos todos los ingredientes en una batidora de vaso y trituramos uno o dos minutos triturándolo a máxima potencia para que emulsione el batido y quede cremoso. Servimos coronándolo con nata montada, este paso es opcional. O sino simplemente lo servimos en un vaso bonito y a disfrutar.
¡Un saludo!
Ya se empieza a notar que el otoño esta a la vuelta de la esquina. Aunque haya días que siga saliendo un buen solecito ya no es tan agobiante que el de hace unas semanas, que achicharraba a cualquiera.
Esta semana os propuse que si llegábamos a los 500 "Me Gustas" en Facebook publicaría hoy una nueva receta. No hemos llegado, pero solo por el apoyo que he recibido ya os la merecéis.
Ayer subí a Instagram un collage con el paso a paso de como hacer Ensaimada de teades, muy típico de Mallorca, y triunfó. Y es que las recetas paso a paso son más fáciles a mi manera de ver. Siempre puedes ir comprobando si te va quedando como debería. No es el caso de esta receta, pero como siempre digo, no todas lo necesitan.
Si estáis buscando un aperitivo diferente que no sea el típico de pan con algo, esta es una buena opción. Son fáciles y limpios de hacer, y están muy buenos. Muchas son las formas de cocinar huevos: fritos, al plato, pasados por agua, cocidos, escalfados, etc. Esta receta se asemeja mucho a la forma de preparar huevos al plato ya que se cuecen en un recipiente en el horno. Podéis modificar la receta a vuestro antojo y vuestro gusto. Por ejemplo, si no os gusta el tomate horneado podéis sustituir la rodaja de tomate por dos cucharadas de tomate frito triturado; o añadirle unos daditos de chorizo o salchichón que le aportarán mucho sabor a la receta. Y no te olvides que puedes cambiar las especias, en vez de usar orégano podéis usar albahaca que combina muy bien con esta receta.
En la foto salen mis dos antiguas macetas aromáticas, una de albahaca y la otra de orégano. La única que hoy en día me dura es la de romero. Ni la albahaca ni el orégano, y mucho menos la hierbabuena me han durado mucho. Si conocéis algún truco para que duren dejádmelo en los comentarios por favor.
Tartaletas de huevo con tomate
Preparación: 20 minutos
Cocción: 30 minutos
Raciones: 4
Ingredientes
4 obleas de empanadillas
4 huevos
4 rodajas de tomate tipo pera
Queso rallado
Orégano seco
Sal
Pimienta blanca
Elaboración
Precalentamos el horno a 180ºC. En una bandeja de hornear magdalenas pintamos con una gota de aceite cada hueco donde vayamos ha hacer nuestras tartaletas. Colocamos las obleas a modo de cestita y cocinamos unos 10 minutos. A esto se le llama cocer en blanco. Si tenéis algo de legumbre o arroz podéis añadírselo dentro para que no se deforme al cocerlo y después guardarlo para cocer en blanco en la próxima receta.
Sacamos la bandeja del horno y, sin sacar las cestitas del molde, colocamos una rodaja de tomate en la base de la cestita. Salpimentamos al gusto. Cascamos el huevo en la cestita y espolvoreamos con un poco de orégano seco y un poco de queso rallado para gratinar. Horneamos a 180ºC hasta que la oblea este bien cocida y también el huevo. Servimos al momento como aperitivo o como entrante acompañado de una buena ensalada verde.
¡Un saludo!
